Sus orígenes se pierden en el tiempo y poco se sabe qué lugar del planeta fue el creador de los famosos churros. Este dulce alargado y frito que mezcla lo dulce con lo salado deleita a todo el mundo, sin embargo su forma alargada y el ritual de untarlos en una taza de chocolate caliente es propia de la Península Ibérica. Es posible ver en el paisaje urbano de los españoles, bares que ofrecen esta típica rutina que ha llegado a distintos rincones del mundo y la Argentina no es la excepción. Ahora bien, ¿cómo preparar esta receta de manera saludable? Existe una manera muy sencilla de hacerlo.
Si alguien nos pide nombrar postres saludables, difícilmente se nos vienen a la cabeza los churros, que aunque sean deliciosos, se trata de una mezcla de harina, agua, aceite, sal y azúcar. Pocos de estos ingredientes pueden ser considerados sanos o incluirse en una dieta para quemar grasas por lo que los churros sufren el efecto del descarte a la hora de alimentarnos mejor.
Churros saludables: ¿cómo hacer esta sencilla receta con solo tres ingredientes?
Pero como casi todo en la vida, existe una solución para incorporar este alimento cuando tenemos un antojo y no deseamos romper la dieta. Este sencillo aperitivo que en Argentina podemos encontrarlo entre los distintos vendedores que en las playas sacian el hambre de aquellos que vienen cansados de tantas horas en el agua, en su versión saludable es muy sencillo de preparar, no lleva mucho tiempo y es delicioso.
Ingredientes para realizar los churros saludables
- 50ml de la leche de tu preferencia.
- 5ml de stevia líquida (una cucharadita)
- 100gr de harina de avena
Paso a paso: ¿cómo hacer churros sin harinas ni aceite?
1. Mezclar la leche, el endulzante y la harina de avena. Integrar bien hasta formar una masa.
2. Pasar la preparación a una manga pastelera y formar los churros sobre una bandeja.
3. Cocinar por 15 minutos a temperatura media en el horno o 10 minutos en la freidora de aire.
Y ¡listo! de esta manera tan sencilla podés preparar estos churros que nadan tienen que envidiarle a los más comunes. Un tip para potenciar su sabor es bañarlos en chocolate amargo o verter un poco de miel sobre ellos.